La tardes del martes, López Obrador estuvo en un evento público en el pueblo de Bachajón, municipio de Chilón, al norte de Chiapas. Tras el mitin, la caravana emprendió el camino hacia San Cristóbal de las Casas.
En el contingente compuesto de varias camionetas viajaban el senador Zoé Robles y el aspirante a la gubernatura por Morena, Rutilio Escandón, además de reporteros y fotógrafos de medios locales y nacionales.
López Obrador accedió a pagar para que los pobladores quitaran del camino la tabla con clavos de dos pulgadas que impedía el paso. Ante la situación, reporteros comenzaron a grabar los sucesos, lo que aparentemente habría molestado a los pobladores.
Una vez que el contingente reanudó el camino, fue evidente para los que viajaban en la camioneta con el precandidato que las llantas habían sido ponchadas, por lo que antes de salir de la comunidad tuvieron que detenerse en una vulcanizadora.
“Cuando se está en la pobreza no es para buenos modales”, señaló. “Lo que hay que hacer es atender sus demandas, que haya trabajos, que tengan ingresos porque hay mucho abandono, mucha pobreza. Si no venimos nosotros, no viene nadie. Yo estoy hecho a estas dificultades, a todo camino, ya me ha pasado. Es una llanta ponchada, a todo el mundo se le poncha una llanta.”
De acuerdo con un informe del Coneval (Consejo Nacional para la Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social), el 77.1% de la población de Chiapas vive en pobreza, mientras que el 28.1% se encuentra en pobreza extrema. Solo el 6.4% pertenece a la categoría de “población no pobre y no vulnerable”.
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