domingo, 18 de enero de 2015

LA ECONOMIA EN EL 2015, FELIZ Y RESIGNADO AÑO!!!



Es importante establecer que la economía colombiana cabalga sobre un modelo de mercado libre, que asume unas condiciones económicas uniformes frente a los establecido por el consenso de Washington en 1988, producto de la aceleración de la deuda colombiana y la necesidad de establecer condiciones que permitieran que el FMI siguiera proporcionándonos crédito para corregir los desbalances macroeconómicos en la balanza de pago, la que ha sido históricamente deficitaria, porque nuestra producción nacional excedentaria para exportar no logra superar el nivel de importaciones que necesita el país y creería desde mi humilde opinión que termina siendo el mayor problema que hoy tiene la economía nacional, lo que genera una devaluación alta (es decir que hay que dar más pesos por cada dólar que llega al país) esto desde luego sirve al exportador, pero incrementa el valor de los bienes importados, cuya diferencia termina jalonando los precios internos (inflación) y obliga a incrementar la tasa de interés.

Para contener esto el sistema económico debe impetrar una política fiscal y monetaria sincronizada, que permita determinar si agota reservas internacionales que hoy están en 47,323 millones de dólares cifra inferior a la necesaria que se creería debería estar cercana a los 65 mil millones de Us, o solicitar crédito al organismo internacional para cubrir su desbalance, endeudamiento que pasa por varias situaciones o compromisos con el FMI, entre ellos, reducir el gasto público o empequeñecer el tamaño del Estado (desempleo), aumentar impuestos, y por ultimo generar un crecimiento sostenido de la economía.

Como ven no existe una fórmula mágica en el modelo que permita por si sola mejorar las condiciones del país, uno creería de golpe que la salida es el incremento en la producción nacional, la cual se proyecta para el 2015 con una tasa cercana al 5% del PIB, quizás volvamos hacer una de las economía de mayor aumento en la región, pero si la fabricación fuera mayor a la cifra estimada, hala las expectativas de bienestar en la economía y sube los precios (inflación) que obliga a incrementar la tasa de interés y quizás a revaluar, afectando a los productores nacionales y lo único bueno sería que baja los montos de las importaciones y con ello tira los precios hacia abajo y se cierra el ciclo.


De lo anterior uno podría concluir que este país difícilmente dentro del modelo establecido y las negociaciones hechas con los bancos multilaterales puede salir adelante como la inmensa mayoría de los colombianos deseamos, necesitaremos quizás décadas para lograr el anhelado bienestar económico del que gozan naciones desarrolladas, por el contrario seguiremos con cifras de pobreza abultadas, desempleo que no justicializa las necesidades del pueblo, impuestos que no nos permiten competir y que en su mayoría terminan cargados a las familias que ya están quebradas, en un Estado que no tienen el tamaño para hacer cumplir los objetivos sociales a través de las instituciones del mismo.

La principal arma para regular los flujos económicos en Colombia es la inflación objetivo, que se sitúa en un 3% en el año 2015, similar a la del 2014, pero mucho más alta que la del 2013, para ello han establecido una tasa de interés de 4,5 puntos básicos, con un crecimiento como se dijo antes del 5% del PIB, un presupuesto de 216,5 billones, que se encontraba desfinanciado en 12,5 lo que obligó una reforma tributaria y muy seguramente este año nos veremos avocados a otra, para corregir los precios internacionales del petróleo que caen posiblemente a menos de 45 US barril, cuando se proyectaba que se pudiesen vender a más de 80 US, cifra que tuvo el gobierno que estimar nuevamente a 48US, lo que sin lugar a dudas disminuirá los ingresos del país, pues el preciado líquido tiene un porcentaje del 60% de las principales exportaciones y más de un 20% del total de los ingresos de la Nación, algunos analistas sostienen que la disminución de este factor golpeará en cerca de 9 billones el presupuesto y que de la actual reforma solo utilizarían para ello 3,5 billones, lo que quiere decir que el endeudamiento o la disminución de las reservas sería por el excedente, pues toca la proyección presupuestaria y como he dicho esto obligó a una devaluación de nuestra moneda en más de 700 pesos en tan solo seis meses, buscando equilibrar la balanza de pagos.

Ahora no estamos siendo justos con los trabajadores colombianos a quienes se les ha hecho un incremento del 4,6% superior a la inflación, pero el efecto de la devaluación en los últimos seis meses ha encarecido las importaciones según comentarios de algunos analistas en más de 5,5 puntos, es decir que la capacidad de pago de los trabajadores disminuiría y con ello la gran masa de colombianos ayudamos a sortear la crisis de los precios del petróleo, cuyos costos de producción por barril en Colombia llegan a cerca de los 35 US, situada en el costo promedio de extracción mundial, claro está que Pacific Rubiales indicó que alcanzaría a vender hasta 28 US, cifra que nos deja perplejos si tenemos encuentra que hace pocos meses e históricamente el precio internacional se situaba entre los 90 y 110 US, razón tenía el presidente Correa de Ecuador de invocar la necesidad de los países latinoamericanos de renegociar los contratos petroleros, que a decir de él tenía una composición de 80% a los empresarios y 20% al país, sin embargo la nueva reforma tributaria trajo beneficios adicionales al gremio en Colombia, mientras fue miserable con los campesinos y pequeños empresarios, llamados diariamente a la quiebra.

Se espera en el país que las actuales cifras macroeconómicas se sostengan este año, pero la pregunta fundamental es hasta donde los colombianos mejoraremos los indicadores sociales que pesan sobre nuestros hombros, la mitad de la población en línea de pobreza, desempleo, sub empleo, campesinos sin vías de penetración, ciudades sin presupuestos para el arreglo de su infraestructura abandonada, entes de control congestionados por falta de funcionarios lo que permite altos grados de corrupción, sistemas de salud pública colapsados, educación entre las peores del mundo tanto en la media como en la alta, ríos contaminados, campesinos sin tierra, familias sin casa y empresarios usureros con sus dineros en paraísos fiscales, mientras tanto el pueblo esperando unas elecciones regionales, agitando las banderas de los caciques históricos que encontraron en la política una fuente de riqueza superior al narcotráfico, a costa del sufrimiento de sus compatriotas.

De tal forma que corregir el discurso de la felicidad social es imperativo, muchos se alegran porque atrapan a un líder guerrillero, porque no se firme la paz, porque gane el alcalde amigo o el gobernador amigo y están lejos de entender el modelo económico que no ofrece garantía a la gran masa de colombianos que heredaremos un peor país a nuestros hijos, muchos celebran el sistema de gobierno del que hoy tengo que decir ¡ oh democracia, bendita seas, aunque así nos mates¡¡¡¡ 


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