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El funcionario aseguró que no fue un robo, sino una "devolución" de algunos policías a los narcotraficantes.
La desaparición de la droga ocurrió el sábado pasado en una comisaría; horas antes el cargamento fue decomisado en el departamento de Amambay y estaba siendo custodiado en una dependencia policial de Pedro Juan Caballero, ciudad fronteriza con Brasil.
La Fiscalía paraguaya investiga por su posible relación con este cargamento a los concejales César Augusto Quevedo, del opositor Partido Liberal, y José Bogado, del oficialista Partido Colorado, ambos en libertad.
Según el diario ABC Color, la droga se habría entregado a Clemencio González, un narcotraficante de la zona conocido como 'el gringo'.
Además, el medio señala que en ese día "policías antinarcóticos que hallaron el cargamento intentaron inspeccionar el vehículo en el que viajaban los concejales Quevedo y Bogado, pero un agente que estaba en el lugar impidió el procedimiento".
De Vargas declaró en una rueda de prensa que no se puede hablar de robo y tampoco de desaparición de la droga, y afirmó que hubo una devolución que compete a importantes mandos de la comisaría.
Añadió que hasta la fecha hay tres oficiales imputados por una presunta vinculación directa y que ya han sido puestos a disposición del Ministerio Fiscal.
El ministro recalcó que la "devolución" se hizo con el ánimo de que fuera de conocimiento público para así debilitar a su departamento y a la estructura policial.
"Este hecho, en el cual tienen claramente participación uniformados, está orientado a mover la estructura policial y del Ministerio del Interior hasta su más alto nivel", señaló.
Hizo notar que en otros casos semejantes las evidencias robadas fueron sustituidas por sustancias similares para ocultar la sustracción durante un tiempo.
"Acá no ocurrió siquiera eso: la prensa fue la que pasó los datos inicialmente. Acá se buscó que este hecho tomara estado público rápidamente. Eso me llama poderosamente la atención", indicó.
La desaparición de la droga, ampliamente recogida por todos los medios paraguayos, tuvo lugar cuando se ha instalado en el país un debate público y privado sobre la presunta existencia de un sistema de "narcopolítica".
El debate se abrió tras el asesinato, en octubre pasado, del periodista Pablo Medina y de su asistente, Antonia Almada.
La Fiscalía imputó como autor intelectual del crimen a Vilmar Acosta, un alcalde del Partido Colorado que se encuentra prófugo.
En ese sentido, el diputado oficialista Miguel Ángel Del Puerto, dijo hoy a través de un comunicado que "el robo del cargamento solo confirma la existencia de narcopolicías, narcojueces, narcofiscales y narcopolíticos. Ninguna institución es ajena al problema".
Paraguay es el principal productor de marihuana de Suramérica y las autoridades lo consideran un lugar de paso para las organizaciones del narcotráfico que elaboran cocaína a partir de la pasta base boliviana y la envían a países fronterizos como Argentina y Brasil o a Europa.
EFE
Según el diario ABC Color, la droga se habría entregado a Clemencio González, un narcotraficante de la zona conocido como 'el gringo'.
Además, el medio señala que en ese día "policías antinarcóticos que hallaron el cargamento intentaron inspeccionar el vehículo en el que viajaban los concejales Quevedo y Bogado, pero un agente que estaba en el lugar impidió el procedimiento".
De Vargas declaró en una rueda de prensa que no se puede hablar de robo y tampoco de desaparición de la droga, y afirmó que hubo una devolución que compete a importantes mandos de la comisaría.
Añadió que hasta la fecha hay tres oficiales imputados por una presunta vinculación directa y que ya han sido puestos a disposición del Ministerio Fiscal.
El ministro recalcó que la "devolución" se hizo con el ánimo de que fuera de conocimiento público para así debilitar a su departamento y a la estructura policial.
"Este hecho, en el cual tienen claramente participación uniformados, está orientado a mover la estructura policial y del Ministerio del Interior hasta su más alto nivel", señaló.
Hizo notar que en otros casos semejantes las evidencias robadas fueron sustituidas por sustancias similares para ocultar la sustracción durante un tiempo.
"Acá no ocurrió siquiera eso: la prensa fue la que pasó los datos inicialmente. Acá se buscó que este hecho tomara estado público rápidamente. Eso me llama poderosamente la atención", indicó.
La desaparición de la droga, ampliamente recogida por todos los medios paraguayos, tuvo lugar cuando se ha instalado en el país un debate público y privado sobre la presunta existencia de un sistema de "narcopolítica".
El debate se abrió tras el asesinato, en octubre pasado, del periodista Pablo Medina y de su asistente, Antonia Almada.
La Fiscalía imputó como autor intelectual del crimen a Vilmar Acosta, un alcalde del Partido Colorado que se encuentra prófugo.
En ese sentido, el diputado oficialista Miguel Ángel Del Puerto, dijo hoy a través de un comunicado que "el robo del cargamento solo confirma la existencia de narcopolicías, narcojueces, narcofiscales y narcopolíticos. Ninguna institución es ajena al problema".
Paraguay es el principal productor de marihuana de Suramérica y las autoridades lo consideran un lugar de paso para las organizaciones del narcotráfico que elaboran cocaína a partir de la pasta base boliviana y la envían a países fronterizos como Argentina y Brasil o a Europa.
EFE
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